Se les cayó encima una pared de cuatro metros de alto. El fallecido y el herido más grave, menor de edad, eran hermanos.



Cuatro obreros terminaron a las 10.40 de ayer sepultados por una pared de ladrillos, de 25 metros de largo por cuatro de alto. El siniestro se produjo en el edificio en construcción ubicado en Ciriaco Ortiz 1451, de barrio Pueyrredón, de la capital cordobesa, y terminó con el triste saldo de un hombre muerto y su hermano, menor de edad, gravemente herido. Los otros dos trabajadores sufrieron lesiones y se encuentran en estado de observación, según se informó.

En principio, los cuatro albañiles quedaron sepultados y, hasta que lograron rescatarlos, no podía darse fe de la suerte que habían corrido. Esa incertidumbre trocó en mala noticia cuando se confirmó el fallecimiento de Héctor Rojas, de 35 años, y las graves heridas en su hermano de 17.

Además, junto con este último, fueron conducidos al Hospital de Urgencias Carlos Rojas, de 19 años (quien no es familiar de los dos anteriores), y Rubén Llavera, de 23. El desafortunado obrero muerto quedó tendido largos minutos en el lugar, junto a una interminable pila de ladrillos.

Hasta que todo se desmoronó, los trabajadores estaban "calando" 15 centímetros la medianera para vincularla a la fundación del edificio de propiedad horizontal que se ubicará en esa zona de Pueyrredón. La idea era calzar allí una "viga de riostra" (de atado) para apoyar los cimientos de la construcción. Aparentemente, ese calado fue lo que debilitó la pared y la hizo colapsar. La montaña de ladrillos terminó por tapar a los obreros. Según técnicos especialistas en seguridad, por más medidas de seguridad y equipos que hubieran utilizado, el resultado no podía ser diferente.

Desde la filial local de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), se quejaron por el procedimiento empleado y atacaron a la dirección técnica de la obra. Al respecto, emitieron un comunicado en el que instan a los colegios profesionales relacionados con la construcción para tomar medidas relacionadas con el control de la matrícula (ver Reclamo de Uocra ).

Con esta víctima fatal, suman en la provincia tres los obreros muertos en accidentes (o siniestros) en la construcción, en lo que va de 2010. Este es el primero que se produce en la Capital cordobesa, coincidiendo los dos anteriores en la segunda ciudad de nuestro territorio, Río Cuarto.

El asesor en Higiene y Seguridad de la Uocra Rafael Kalama señaló que, pese a todo, los decesos en la actividad han disminuido en los últimos años. "Lamentamos un fallecimiento, pero, por otro lado, queremos hacer notar que ha habido un descenso de accidentes fatales en la construcción comparando con el año anterior y también con el otro", aportó.

Programar la obra. En Córdoba, para velar por la seguridad en esta actividad, funciona una Comisión Cuatripartita que integran entidades como la Uocra, la Cámara de la Construcción, los colegios profesionales y la Municipalidad, además de las universidades Nacional y Tecnológica, la unión de ART y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Por los ingenieros especialistas integra esta mesa Carlos Rendón, quien anoche comentó a este diario que "la dirección técnica tiene a su cargo la programación de la obra", entre lo cual está la elección de los métodos constructivos.

El especialista señaló que en toda obra debe haber un profesional responsable para "fiscalizar y ver que (esos métodos) se lleven a cabo tal cual se proyectaron para ese edificio y velar que eso se cumpla". Agregó que, si se ha previsto, en la ejecución hay pocos problemas a solucionar. "Si no -completó- se termina improvisando y la improvisación no siempre allana los problemas de raíz".

En el caso de ayer, los técnicos presentes estimaron que la pared debía haber sido apuntalada al menos del lado en el que trabajaban los obreros, lo cual no ocurrió.