El papa Benedicto XVI finalizó el viernes su visita a Portugal con una exhortación a propagar la fe, en el cierre de un viaje marcado por su admisión explícita de la responsabilidad de la Iglesia en el escándalo de los abusos sexuales, un nuevo intento por superar el conflicto.

Como se ve en las fotografías tuvo problemas con el viento.

El pontífice ofició una misa en la ciudad norteña de Oporto, la última escala de una visita de cuatro días concebida para promover la fe en un país con una gran mayoría de católicos pero donde únicamente el 20% de la población va a los templos con regularidad.

El norte es la región más conservadora y católica de Portugal y Benedicto XVI realizó el viaje para rendirle homenaje al obispo local por fortalecer a la Iglesia en el país.

"Debemos vencer la tentación de limitarnos con lo que tenemos o creer sinceramente que nos pertenece", dijo el Papa. "¿Cuánto tiempo se ha perdido, cuánto trabajo ha sido demorado porque no pusimos atención a esto?"

Las autoridades esperaban a una multitud de entre 150.000 y 200.000 personas en la misa del viernes, oficiada frente a la sede de la alcaldía, mientras la avenida principal de Oporto fue abarrotada por feligreses que portaban banderas y exclamaban "Viva el Papa". El jueves, unas 400.000 personas asistieron al mayor acto religioso del viaje, una misa en el santuario de Fátima en el aniversario del día en que tres niños pastores afirmaron haber visto allí a la Virgen María.

El pontífice abordó el escándalo de los abusos camino a Portugal. En el avión papal, dijo a periodistas que la crisis fue causada por los "pecados dentro de la Iglesia", en lo que fue su reconocimiento más explícito de la culpa eclesiástica hasta ahora.

Pero Benedicto XVI se refirió a otros asuntos en los discursos y homilías de la visita, como el aumento de los laicos en Europa y la necesidad de continuar la enseñanza tradicional de la Iglesia en los temas clave de la vida y la familia.

En Fátima, el Papa dijo que el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo son algunas de las más "insidiosas y peligrosas" amenazas que enfrenta el mundo.

Según funcionarios del Vaticano, la numerosa asistencia de personas en Fátima fue una evidencia de que Benedicto XVI ha vuelto la página para sortear el escándalo de los abusos, el cual lo ha perseguido por varios meses.

Un punto que Benecito XVI no abordó con amplitud en ninguno de sus mensajes u homilías fue la crisis financiera en Europa y su efecto paralizante sobre Portugal.
. CompartirTwitterFacebookDeliciousLinkedInGoogle bookmarksMySpace..