Todavía no se sancionó y ya causó fuertes posturas en contra. Cirujanos y pacientes, los primeros en oponerse.

Hacerse una cirugía estética (no reparadora) en Estados Unidos será un 5 % más caro si se aprueba la creación de un impuesto a este tipo de operaciones.Los impulsores de la medida estiman que en 10 años recaudarían unos cinco mil millones de dólares. El impuesto, denominado como Bo-Tax (combinación de Botox y Tax, impuesto en inglés) deberá ser pagado por el cliente y cobrado por el médico, quienes no recibieron muy bien la idea. Los pacientes, obvio, no quieren pagar más por hacerse una operación y los cirujanos creen que si el mercado estaba en baja, una subida de precios empeorará la situación. Con una mirada al futuro, algunos ya se muestran preocupados y temen que el impuesto se extienda y se aplique a más operaciones. "Hoy es la cirugía cosmética; mañana, los procedimientos oftalmológicos con láser; y después quién sabe qué; podría ser las rodillas artificiales para poder jugar golf", dice el doctor Gary Smotrich, cirujano plástico de Lawrenceville, Nueva Jersey. Pero no para todos es algo malo, Diane Archer, directora del proyecto de salud pública del Institute for America's Future, apoya el impuesto. "Pagamos impuestos sobre virtualmente todos los bienes y servicios, y los bienes y servicios de lujo deben gravarse a una tarifa mayor", dijo.El año pasado se realizaron unos 12 millones de procedimientos y operaciones cosméticas, por un costo total estimado de 10,300 millones de dólares, según la Sociedad de Cirujanos Plásticos de los Estados Unidos.La gran mayoría fueron inyecciones de Botox y procedimientos químicos faciales, aumento de senos, liposucción y abdominoplastía, aunque la cantidad de estas operaciones bajó sustancialmente durante el 2008.Por suerte, las grandes estrellas de la farándula estadounidense poseen abultadas cuentas bancarias, así que no será un problema para ellas pagar más caro para pasar por el bisturí cuantas veces prefieran.