Pese a que la pareja conocida como “Brangelina” intenta dar una imagen de buenos padres, no es la primera vez que una niñera revela datos escandalosos sobre el mal comportamiento de los niños o la desidia de ambos actores a la hora de cuidarlos.
Ahora, una antigua empleada ha desvelado que los pequeños, de entre nueve y dos anos, están descontrolados, llegando a beber alcohol y conducir vehículos.

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La numerosa familia de Brangelina tiene pinta de ser difícil de manejar, con seis niños de entre nueve y dos años, de cinco nacionalidades distintas. Pero la pareja siempre ha querido mostrar una imagen de familia feliz digna de una película protagonizada por ellos mismos.

Sin embargo, las niñeras que se encargan de los pequeños suelen dar otra versión del asunto. Después de que empleadas anteriores revelaran que la casa de Brangelina era un auténtico caos, ahora una de las cuidadoras de los niños ha revelado que la pareja no es capaz de controlar a los pequeños.

El incidente más reciente tuvo lugar en Budapest, donde los pequeños se han mudado con Angelina por proyectos profesionales de ésta. Llegó un momento en que la actriz se vio tan desbordada que tuvo que llamar a Brad Pitt para que acudiera desde Boston antes de lo previsto.

"Llamó a Brad llorando", afirma la antigua niñera, según recoge la revista InTouch. "Los niños escuchan más a su padre. Incluso cuando está en casa, Angelina normalmente se encierra en la habitación y hace llamadas. Le gusta que la consideren una supermamá, pero no pasa demasiado tiempo con los pequeños".

La ex niñera desvela además que los hijos de Brangelina suelen utilizar un vocabulario fuerte y no siguen una rutina adecuada para lo pequeños que son.

"Maddox ha soltado algún que otro 'joder', mientras que Zahara usa el francés y dice 'merde'. Siempre están viendo películas para mayores de 18 años, comiendo nada más que comida basura y, en caso de Maddox, incluso bebiendo vino y conduciendo el coche por la finca", continúa la antigua empleada.

Y es que pese a todo el apoyo que reciben de sus empleados, la niñera está convencida de que Brangelina les queda mucho para conseguir hacerse con sus hijos y poner un poco de normalidad en su vida familiar.

"No tienen control sobre los niños. La casa Jolie-Pitt es más caótica de lo que nadie pueda imaginar. Un lugar lleno de peleas, lenguaje fuerte, y peleas entre hermanos", concluye.